Yo quería ser doctor. Pensaba que siendo doctor toda mi vida iba a ser perfecta. Iba a poder atender a toda mi familia, revisarlos y recetarles la medicina, también iba a poder ayudar a los vecinos de la colonia y a la gente que no podía pagar un doctor. Además, iba a dar consulta en los hospitales fregones y seguramente iba a ganar buena feria, igual y no harta feria pero si la suficiente pa ayudar a mi amá y mi apá.
Nunca pude ser doctor, ni pude acabar la secundaria, me tuve que meter a jalar en la maquila desde bien chavo. Trabaja uno mucho ahí y gana poco, muy poco. Es bien frustrante chingarte tanto pa hacer ricos a otros y que además ni siquiera te alcance la feria. Lo poco que ganaba se lo daba a mi amá y nomás alcanzaba pa comer y comer mal. Me harté pronto de ese jale y me metí a la maña, pa comer bien, pa tener mejor vida, pa tener feria. Aquí no hay de otra, si quieres salir adelante y tener feria te tienes que meter a la maña.
No fui doctor pero sí tuve feria, harta feria. Aunque a mi amá y mi apá no les gustó el jale que me conseguí y nunca me quisieron recibir el dinero que les ofrecí. “Ese no es jale pa ti mijo” me decía mi apá. “Yo quería que fueras doctor mijo” me decía mi amá. Y yo necio me encabroné de que no estuvieran contentos por que me estaba yendo chingón y los mandé a la fregada. Como me arrepiento de haberlos mandado a la fregada.
Yo quería ser doctor. Seguramente siendo doctor alguna buena muchachita se hubiera enamorado de mí y yo me hubiera enamorado de ella. Y como yo sería doctor hubiera conocido a algún buen doctor de los que traen a los plebes al mundo que hubiera estado bien al pendiente de todo su embarazo. Y yo también hubiera estado bien pendiente y los chamacos hubieran salido bien hermosos y bien sanos. Pero no fui doctor y nunca conocí a esa buena muchachita.
Tuve muchas morras y todas bien guapotas, a veces tuve hasta tres morras al mismo tiempo y no voy a decir que no me la pasé bien. La neta estar con 3 morras al mismo tiempo está perrón, y más con las morras con las que yo andaba. Pero esas morras nomás andaban conmigo por mi dinero y por que les daba droga gratis. Además, nunca sentí nada más profundo, nada más adentro, nada como lo que hubiera sentido con esa muchachita que hubiera conocido si hubiera sido doctor.
Nos agarraron desprevenidos, algún chivato rajó y nos cayeron los del otro cartel. Los compas ni pudieron agarrar sus cuetes, desde la primera ráfaga les dieron a todos y mataron a casi todos. Los que no se morían todavía casi no se podían mover y a la segunda ráfaga se los tronaron. Yo estaba en el segundo piso y me brinqué por la ventana, creo que me rompí la pierna, pero pude levantarme y seguir corriendo por unos cuantos metros, sentí que la iba a librar, que me iba pelar. Pero eso nomás pasa en las películas, cuando me quise saltar la barda del jardín pa escaparme nomás no tuve las fuerzas, me mareé y me caí. Traía tres balazos en la panza.
Y aquí estoy, esperando que estos cabrones me encuentren. De seguro ya no tardan.
Tengo miedo y tengo frío, quisiera estar con mi amá y mi apá. No me quiero morir. Nomás tengo 16 pinches años carajo, no me quiero morir todavía, no me quiero morir así. Ya no quiero hacer esto…
Ahí viene este cabrón.
-Ni modo plebe, te tocó.
Yo quería ser doctor…